Desde que Televisión Española empezara sus emisiones regulares el 28 de octubre de 1956, los telespectadores nos hemos sentado frente al televisor esperando pasivamente que los contenidos que se emitían por la llamada “caja tonta” llenaran nuestras vidas de experiencias vividas por otros, reemplazaran nuestra rutina por acontecimientos extraordinarios y nos permitieran vivir sentimientos momentáneos sin implicaciones ni compromisos.
Ahora la caja tonta se reinventa y da paso a una televisión inteligente, la Smart TV. Si a eso le añadimos que ha dejado de ser caja debido a la esbelta línea de la pantalla, nos encontramos con un nuevo electrodoméstico en pleno proceso de transformación.
¿Qué es un Smart TV?
Es algo muy sencillo y la palabra deriva de la de teléfono inteligente o Smartphone. Un Smart TV por lo tanto será un televisor inteligente.
En la actualidad, la Smart TV fusiona la Televisión Digital con Internet (Web 2.0), con las Redes Sociales y permite acceder a multitud de aplicaciones como si de un Smartphone se tratase.
Los principales fabricantes como LG, Sony, Philips o Panasonic han desarrollado una tecnología por la que, a través de sus televisores, se puede navegar con el puntero del mando a distancia, mediante órdenes de voz o por un simple gesto. También ofrecen la posibilidad de acceder a contenidos ilimitados, ver nuestros programas favoritos o grabarlos, compartirlos en las redes sociales e incluso realizar videoconferencias por Skype gracias a su cámara incorporada.
Pero es la compañía coreana Samsung la que destaca sobre las demás y lidera en estos momentos el mercado de las Smart TV. Además de las prestaciones mencionadas anteriormente, incorpora una revolucionario sistema de reconocimiento de voz por el que con un simple “Hola tele”, se activará un sistema por el que el televisor entenderá y realizará la orden.
En modo resumen podemos decir que con un Smart Tv podemos:
– Navegar por internet.
– Correo electrónico, redes sociales, comunicaciones en tiempo real, etc.
– Ver y grabar peliculas, series, documentales, etc.
– Instalar software.
– El cine en casa.
– Entradas para dispositivos de almacenamiento externos.
– Equipo de música.
– Compartir contenidos multimedia.
– Descargar videos, etc.
– Ver Canales de Televisíon por internet.